martes, 29 de marzo de 2011

LECCION 8. PRINCIPIOS REVELACIONALES


“Dame, hijo mío, tu corazón, y miren tus ojos por mis caminos” (Proverbios 23: 26)

INTRODUCCIÓN.

Hay principios que constituyen la base para la formación como hijos de Dios, en los cuales encontramos maravillosas enseñanzas que nos permitirán obtener extraordinarios resultados y convertirnos en testimonios vivientes de la acción poderosa de Dios sobre nuestras vidas.

Estos principios han sido dados por Dios para protegernos de nuestros deseos, de nuestra lógica, de nuestros razonamientos y de nuestra limitada manera de mirar las cosas. Dios no nos ha prometido una vida sin dificultades, pero sí nos ha enseñado la forma de obtener al lado de él, los objetivos grandes e inalcanzables de nuestra vida.

PRINCIPIO DE AUTORIDAD ESPIRITUAL

“… y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia” (Colosenses 1: 18)

INTRODUCCIÓN

Uno de los principios establecidos desde el trono de Dios para el gobierno del universo es el de su autoridad. Según este principio, Dios, además de ser autoridad absoluta, es la fuente de toda autoridad.

Este principio se evidencia en las leyes y órdenes del universo, en toda organización humana, y es aún más importante en el gobierno espiritual de la iglesia (Cuerpo de Cristo), la cual está llamada a reflejar una perfecta obediencia a la fuente de autoridad: Jesucristo, cabeza invisible de una organización visible (Colosenses 1: 18).

EL VALOR DEL SOMETIMIENTO A LA AUTORIDAD

Nuestro tiempo se caracteriza por una crisis de autoridad. El hombre, al rebelarse contra toda autoridad y norma establecida, sufre las consecuencias que van desde desajustes emocionales hasta la desintegración familiar. La persona dócil y obediente a los mandamientos de Dios, pasa por conformista y “alienado” pero un rebelde y anárquico puede pasar por alguien autónomo y dueño de sí mismo; pero la verdad es muy distinta a la luz de la Biblia (Romanos 13: 1-2)

LA MAS GRANDE DEMANDA DE LA BIBLIA: LA OBEDIENCIA A DIOS.

Dios pide al hombre, más que servicio y ofrendas, obediencia. Por esto, Samuel dice: “Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros(1 Samuel 15: 22). La expresión de la autoridad es la sujeción, la cual no es posible en nuestro propio esfuerzo, sino solamente cuando vivimos en el Espíritu.

EL EJEMPLO DEL SEÑOR JESUS

La oración de Getsemaní es la expresión del Señor a obedecer la autoridad de Dios. El Señor obedece a la autoridad de Dios, antes de enfrentarse al sacrificio en la cruz. Por esto dice: “Si es posible pasa de mí esta copa, pero no se haga mi voluntad sino la tuya” (Lucas 22: 42)

La voluntad de Dios es lo único absoluto. La copa (crucifixión) no es absoluta. Si Dios no lo hubiera deseado, el Señor no habría tenido que ir a la cruz. Y antes de conocer la voluntad de Dios, el Señor veía la copa y la voluntad de Dios como dos cosas separadas. Después de conocer la voluntad de Dios, la copa y ésta eran una sola cosa. Por consiguiente, para conocer la voluntad de Dios y obedecerle, se debe estar sujeto a la autoridad.

En Juan 18: 11, el Señor dice: “La copa que el Padre me ha dado, ¿no la he de beber?” dándonos a entender que primero es la autoridad de Dios y luego la copa. Cuando ha comprendido esto, exclama: “Levantaos, vamos” e inmediatamente va a la cruz y hace la voluntad de Dios (Mateo 26: 46) La muerte del Señor en la cruz es la máxima expresión de obediencia a la autoridad. Nuestro primer requisito es obedecer la autoridad de Dios, y sólo así, el comenzará a usarnos

LA AUTORIDAD EN EL CUERPO DE CRISTO

La expresión más viva de la autoridad, “directa y delegada” de Dios, está en su Cuerpo, la Iglesia. Veamos dos aspectos fundamentales sobre el concepto de autoridad espiritual en el Cuerpo:

1. La autoridad del Cuerpo según el sometimiento a otros (Efesios 4: 1-16). Un miembro “desarticulado” del Cuerpo está llamado a perecer.

2. Sometimiento a las autoridades delegadas (Hebreos 13: 17). La Biblia nos enseña que dentro del Cuerpo hay autoridades delegadas por Dios para pastorear el rebaño. Los cristianos deben obedecer a sus líderes, los que velan por su edificación. La obediencia en la Biblia no es hacia la persona, sino hacia la autoridad de Dios en esa persona. Aclaramos que sólo Dios debe recibir obediencia y sumisión absolutas, las autoridades delegadas por Dios reciben obediencia relativa, pero siempre con una actitud de sumisión y respeto por la autoridad que Dios les ha dado (Hechos 5: 26-32)

COMO DESARROLLAR OBEDIENCIA

El principio de la autoridad se percibe a través del entendimiento, la obediencia se aprende. El sometimiento es una actitud del corazón que el Espíritu Santo produce como un regalo a nuestra disposición. La obediencia es la manifestación externa o conducta. Para cultivar este principio debemos estar sujetos a la vid Juan 15: 1-8)

La obediencia implica la negación del yo y la disposición resultante de tener:

1. Mente Renovada (Romanos 12: 2)
2. Fe (Hebreos 11: 8)
3. Valor y esfuerzo (Josué 1: 8-9)
4. Sabiduría (Proverbios 9: 10)
5. Negación (Lucas 9: 24)


APLICACION TEOTERAPICA

El principio de autoridad sólo se aprende por revelación del Espíritu Santo. Jesús es el emblema de obediencia, y estar llenos de Cristo, es estar llenos de obediencia.

GUÍA DE ESTUDIO PERSONAL

1. ¿Cuál es la más grande demanda de la Biblia?

2. ¿Qué aspectos se deben cultivar para desarrollar obediencia a Dios?

3. De los temas o asuntos que ha aprendido en la Palabra de Dios, ¿cuáles tiene dificultad para obedecer?


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